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Elizabeth Fraser, una mujer que ha sobrevivido a la música y a sí misma
La cantante de Cocteau Twins consiguió separarse de su pareja y de su grupo y rehacer su vida alejada de la música.
Por Alicia Cuevas Publicado en Música 5 Comentarios 8 min lectura
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Elizabeth Fraser fue la cantante de Cocteau Twins, uno de lo grupos más eclécticos de la escena británica de los años ochenta. Esta mujer escocesa de mirada huidiza puso su inclasificable voz a la música etérea y ambiental del trío y a un gran número de colaboraciones con otros grupos como Massive Attack.

Es 1980 en una pequeña localidad industrial de Escocia, Grangemouth. Elizabeth Fraser es una tímida adolescente de diecisiete años que baila en The Nash, una discoteca local, al son de las canciones de sus ídolos, Siouxie and the Banshees. Un chico la mira desde el otro lado de la pista y decide ir a hablar con ella, es Robin Guthrie. Conectan. Siguen conversando y él le pregunta si quiere formar parte de la banda que tiene con otro amigo. Se llaman Cocteau Twins. Ella no se lo piensa, la respuesta es sí.

«What brought us together was me having no ideas and opinions of my own, and him having plenty-enough for both of us. We were attracted to each other for the wrong reasons.»

Elizabeth Fraser

Elizabeth Fraser provenía de un hogar donde fue víctima de abusos sexuales. También sufría un trastorno alimenticio, era bulímica. A los dieciséis años, su familia la echó de casa por su estética punk, llevaba tatuadas las caras de varios de sus héroes: Siouxie and the Banshees, Johnny Rotten y Sid Vicious. La música era su única vía de escape. La aparición de Robin Guthrie supuso el comienzo de una nueva vida para ella, huir del oscuro Grangemouth e ir a Londres con Cocteau Twins.

El éxito les llegó muy pronto. Su primer disco, “Garlands”, fue publicado por 4AD y obtuvo muy buenas críticas. Siguieron más discos y singles, eran un grupo prolífico y de gran calidad, no se podían clasificar dentro de la ola post-punk o new age, tenían un estilo propio, etéreo, oscuro e íntimo, muy personal. La voz de Fraser era totalmente diferente a otras cantantes, creaba unas melodías asombrosas, con una fuerza y rango vocal sobrenaturales. El ambiente que crean sus discos es difícilmente imitable. En mi opinión, si Cumbres borrascosas pudiese tener una banda sonora, sería de Cocteau Twins.

Durante trece años, Fraser y Guthrie fueron pareja sentimental y musical. A lo largo de su relación surgieron dificultades, pero seguir adelante con la banda era una prioridad, ¿cómo abandonar un grupo de éxito que les daba todo? La espiral de creatividad, conciertos y lanzamientos genera una adrenalina que puede ocultar cualquier otro problema.

En 1989 tuvieron una hija, Lucy, pero su nacimiento no tuvo el efecto que Fraser esperaba. Comenzó un tenso período en el que la relación se resquebrajó: Guthrie se dejó llevar por su adicción a las drogas y el alcohol, y Fraser empezó a ir por libre, demostrándolo en las letras del disco “Four-calendar cafe”, hasta que sufrió una crisis nerviosa e ingresó en una clínica de rehabilitación. Allí explotó.

«I got told I was big-time co-dependent. I found out I was bulimic. I found out what I went through is called incest. […] You know, memories of being abused by people with no face. All you do is just cover up for those people, even while you’re trying to remember.»

Elizabeth Fraser

Finalmente, la pareja se separó en 1993, pero ambos decidieron continuar con el proyecto musical para cumplir con sus compromisos contractuales, pero ¿a qué precio? El coste personal de continuar trabajando juntos después de terminar una relación puede llegar a ser una prueba psicológica que muy pocos son capaces de superar.

Durante esa época, Fraser comenzó una intensa relación con Jeff Buckley. Apenas estuvieron unos meses juntos, pero fruto de ese encuentro fue un dueto que grabaron juntos, “All Flowers in Time Bend Towards the Sun”. La canción no fue editada oficialmente, en realidad es solo una demo, pero se puede encontrar fácilmente en internet. Fraser plantea un complejo dilema sobre la exagerada difusión de este tema.

«Why do people have to hear everything? […] But it’s unfinished, you see. I don’t want it to be heard. […] Maybe I won’t always think that.»

Elizabeth Fraser

¿Qué derecho tenemos para escuchar y compartir una canción que sus creadores no publicaron? Es como si robáramos una obra de arte en proceso de creación y la expusiéramos sin el conocimiento ni el permiso del artista. Incluso si Fraser cambia de opinión en un futuro, no deja de ser una intromisión en la intimidad de dos personas. Otro efecto secundario de esta publicación no autorizada es que, al buscar el nombre de Elizabeth Fraser en Google, prácticamente la mitad de los resultados vienen asociados a este dueto con Jeff Buckley. No deja de ser paradójico que una mujer con una carrera tan brillante como Elizabeth Fraser pueda llegar a ser más conocida por una relación efímera con otro artista.

Volvamos a Cocteau Twins. En 1997 la relación del grupo se rompió completamente y decidieron separarse durante la grabación de su noveno disco. A partir de entonces, Fraser comienza a colaborar con otros artistas como Peter Gabriel, Craig Armstrong, Yann Tiersen y, sobre todo, con Massive Attack, con quienes grabó la increíble “Teardrop”, e incluso les acompañó en la gira de su álbum “Mezzanine”. Desde entonces también ha participado en varias bandas sonoras, como en «El señor de los anillos».

En 2005 se anunció que Cocteau Twins iban a actuar en el festival Coachella de California y que darían una extensa gira después, pero unas semanas antes del concierto, Fraser anunció que no iba a participar en la reunión del grupo. ¿Por qué? A pesar de que la cifra por volver a tocar juntos era de más de un millón de libras, Fraser no podía volver a trabajar con la que había sido su pareja durante trece años. Ni por todo el dinero del mundo.

«I don’t remember it being that much money and in any case that’s not the reason [for reforming. […] But people get so fucking carried away. Even though something’s staring you in the face, people just cannot see it. I knew it wouldn’t happen and it didn’t take long to want out.»

Elizabeth Fraser

Desafortunadamente, si dejamos a un lado las colaboraciones, la carrera en solitario de Fraser ha sido escasa. Su última grabación fue el single “Moses”, grabado en 2009 con su actual pareja (el también músico Damon Reece) y publicado por Rough Trade. Ya han pasado demasiados años desde esa grabación, pero no parece que editar temas nuevos sea una prioridad para la artista.

«I feel sorry for the general public because I hear her singing in the house and it’s truly amazing. But she’s absolutely genuine in every way possible. Which can be very frustrating, but is an amazing attribute to have. I’ve worked with many singers, and a lot of them are fake. The world is a sadder place without Elizabeth singing.»

Damon Reece

No podemos estar más de acuerdo con Damon Reece. Te echamos de menos, Elizabeth.

¿Por qué la recomendamos?

Porque su voz transmite melancolía y fuerza, una combinación que pocos cantantes son capaces de transmitir. Sus raíces escocesas traspasan sus melodías, tan complejas y que ella canta de forma tan sencilla. Es una mujer imprescindible en la historia de la música.

Algunas curiosidades sobre Elizabeth Fraser…

La canción favorita del director David Lynch es la versión de “Song to the Siren” realizada por This Mortal Coil y cantada por Elizabeth Fraser. Curiosamente, la canción original era de Tim Buckley.

Madonna fue la primera opción para poner la voz en “Teardrop”, incluso hubo un ofrecimiento oficial a la cantante y una disputa interna en Massive Attack por decidir quién sería finalmente la elegida.

La cantante favorita de Fraser es Nina Simone. No solo por su voz, sino por su personalidad, su sexualidad y, también, su disfuncionalidad.

Si te gusta Elizabeth Fraser…

No te pierdas a Zola Jesus, una heredera de la voz de Fraser, pero con toques góticos e industriales.

4AD Cocteau Twins Massive Attack new wave Song to the siren


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  1. ¡Qué grande es Elizabeth Fraser! Perdí su pista hace bastante tiempo y no sabía nada de sus nuevas colaboraciones. Lo que es más sorprendente es que desconocía esa canción con Jeff Buckley pero, continuando con sus deseos, intentaré no escucharla :). Eso sí, es muy interesante el debate que se abre con todo esto, como las grabaciones de muchos grupos que eran demos y que luego sacan como lo más underground del underground para sacar pasta por todos los lados las discográficas, ¿no?

    1. Sí, sobre todo las grandes discográficas, que tratan de colar grabaciones remasterizadas, directos, caras B y rarezas de cualquier grupo de su catálogo como si fueran lanzamientos exclusivos, cuando muchas veces aportan muy poco a la trayectoria de la banda. En Spotify se da un caso que a mí me molesta especialmente, y es cuando quieres escuchar un disco que originalmente tenía 8-9 canciones y apenas duraba 40 minutos, pero lo han sustituido por una nueva versión remasterizada, a la que han añadido las primeras demos y además versiones en directo, con lo cual dura 200 minutos. ¿Y si no quiero escuchar todo eso? Da lo mismo, Spotify no da otra opción porque es la discográfica la que controla la publicación de los discos y tiene los derechos. Y se plantea otra pregunta… ¿de quién son los derechos del dueto de Jeff Buckley y Elizabeth Fraser?

  2. Que rabia que el ser humano o muchos seres humanos tengan que pasar por tanto dolor y miseria para «crecer» como artistas. Que rabia como se nos van tantos buenos artistas porque se sumerjen en drogas o en défecit de personalodad y psicológicos porque pasaron por tanta miseria de niños y no supieron crecer maduramente para afrontar la llegada de su gloria artística.

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