La muerte de Ian Curtis en mayo de 1980 supuso el final de Joy Division. La gira americana que tenían prevista quedó cancelada, pero su segundo disco estaba a punto de publicarse. ¿Qué iban a hacer después? ¿Quién iba a cantar? ¿Podría alguien ser capaz de sustituir a Ian Curtis? Estas preguntas tuvieron que rondar la cabeza de Peter Hook, Stephen Morris y Bernand Sumner durante meses. La respuesta a todas ellas estaba más cerca de lo que se imaginaban.
Closer se editó en julio y llegó a ser disco del año en la revista NME. Los tres componentes de Joy Division continuaron ensayando y componiendo nuevas canciones, pero el futuro de la banda era incierto, ni siquiera querían continuar utilizando el mismo nombre. Sumner se hizo cargo de las voces, pero eso le limitaba a la hora de tocar, así que era necesario un miembro más en la banda que se hiciera cargo de la segunda guitarra y los teclados para conseguir un sonido más contundente en directo, pero ¿quién? Su manager, Rob Gretton, sugirió el nombre de Gillian Gilbert, pareja de Morris y guitarrista de The Inadequates, como posible candidata.
“He was dead right because we all found singing and playing impossible at the same time when New Order started. Looking back now, it seems obvious that we needed to get someone else in – sort of, ‘Blimey, why didn’t we think of that?’”
Stephen Morris
Gillian Gilbert tenía diecinueve años y apenas llevaba unos meses saliendo con Morris, pero no lo dudó. Su debut con New Order tuvo lugar el 25 de octubre de 1980 en The Squat (Manchester).
¿Cómo llegó hasta allí? Su historia es parecida a la de otras mujeres que vivieron el estallido del punk inglés. Su tío le había enseñado a tocar la guitarra, pero cuando vio una actuación de Siouxsie and the Banshees en televisión, todo cambió. Comenzó a introducirse en el punk y en la escena de Manchester.
Otro de sus referentes eran The Adverts, que contaban entre sus filas con la bajista Gaye Advert, pero cuando Gilbert veía estos grupos sentía que faltaba algo: una mujer que tocara la guitarra. ¿Por qué no hacerlo ella? Dicho y hecho: cogió una guitarra y se unió a dos chicas más para formar The Inadequates. ¿Y dónde ensayaban? Casualmente, al lado del local de cuatro chavales taciturnos que tocaban en una nueva banda: Joy Division.
“We didn’t have a car and us three needed a lift home. So we asked them, and they said, ‘Alright, but you have to buy one of our singles.’ So we did and got it home and played it on this horrible record player. We’d known Stephen before. We thought, ‘My God, this sounds horrible.'»
Gillian Gilbert
Volvamos a New Order. Desde luego no era una banda de punk, todo lo contrario. Abría una nueva ola más oscura, aséptica e hipnótica después de la energía incontrolada del punk. El éxito del disco póstumo de Joy Division había provocado mucha expectación por lo que podría hacer la nueva formación y no desaprovecharon la oportunidad: comenzaron a editar singles y a programar giras.
Gilbert podía considerarse afortunada por entrar a formar parte de una de las bandas con más proyección del momento, pero también debemos recordar que era una mujer, pareja del batería, y entraba como refuerzo para los conciertos. Quizá su papel en el grupo podría haberla situado en una posición difícil a la hora de expresar su opinión o, directamente, repartir los beneficios, pero desde un principio Gilbert fue tratada como una más, tanto de forma económica como creativa.
“When I joined New Order, I was made to feel equal to everyone else in the band so I didn’t feel like an outsider. I was treated equally, I was paid equally, and my opinion was sought after.”
Gillian Gilbert
Suena bien, ¿no? Durante varios años Gilbert tuvo un papel relevante en New Order, primero como guitarrista y después a cargo de teclados y sintetizadores. Se sucedían las giras, las sesiones de grabación y las nuevas canciones. Los días y las noches daban paso a otro año, otro disco y otra gira. Un bucle interminable para una banda de éxito y sus componentes.
Durante ese tiempo, Sumner y Hook tuvieron hijos, pero ellos continuaron con el ritmo habitual, sus mujeres cuidaban de la familia cuando ellos estaban actuando o en el estudio de grabación. Pero en el caso de Steve y Gilbert, los dos eran parte del grupo. ¿Qué iban hacer cuando tuvieran hijos?
“I think you only really start to notice the difference when you have children, and the men have someone looking after their children at home. I didn’t want children until my late thirties because my career was taking off and I was having such a good time in New Order. But when you have children, you have to make decisions; I always wanted to stay at home with my kids.”
Gillian Gilbert
Se casaron y tuvieron dos hijas. Contrataron a una niñera, Gilbert estableció un horario para trabajar en New Order e intentó compaginar su labor como madre y su carrera como músico, pero los grupos no tienen horarios, las sesiones se alargan y, sencillamente, no te puedes ir del estudio de grabación para ir a buscar a tus hijos al colegio. Comenzaron los reproches y las tiranteces entre ellos, pero ella también sentía la frustración de no llegar a todo y el sentimiento de culpa por dejar de lado al grupo.
Cuando comenzaron a grabar Get ready en 2001, su hija pequeña fue diagnosticada con una rara enfermedad. La niña tenía quince meses y necesitaba cuidados continuos. La pareja se planteó qué hacer, quién debía dejar el grupo para quedarse en casa, pero Gilbert lo tenía claro: su marido tenía que continuar, ella era más fácil de reemplazar.
“I didn’t want my daughter to be ill, but at the time I couldn’t think of going on tour with the children. Stephen did suggest that he stay home and I said no, no. I think he just said it, really [laughs]. I wanted to stay at home, it had become impossible to do both. I told them I was leaving and I was taken straight off the fax machine list.”
Gillian Gilbert
Y la banda siguió adelante, otra vez. ¿Qué hubiese pasado si Steve hubiese renunciado también a New Order? ¿Se plantearon esa opción como pareja o como 50% del grupo? ¿Llegaron a discutirlo con el resto? Es ahí donde dudo que Gilbert fuera realmente uno más de la banda. Después de veinte años, la decisión de continuar sin ella no tuvo ninguna duda. Fue sustituida por Phil Cunningham.
Unos años después, Gilbert descubrió que tenía cáncer de mama. En total, pasó diez años apartada de los escenarios, cuidando de sus hijas y recuperándose de su enfermedad. New Order editaron dos discos en ese tiempo y giraron por todo el mundo.
Aunque su decisión fuese inevitable, no tuvo que ser fácil dejar a un lado su carrera musical. Aunque supiese que estaba haciendo lo correcto, ver a sus compañeros subidos a un escenario, haciendo lo que ella había hecho con ellos durante veinte años, tuvo que doler.
“It is awful when they carry on without you. When Phil joined, I saw him on keyboards and it was awful. […] I went to see them live once and I just couldn’t stay. I started crying and had to run out.”
Gillian Gilbert
Pero el tiempo pasa y, casi siempre, pone las cosas en su lugar. En 2011, después de la salida de Peter Hook en 2007 (¿casualidad?), Gilbert se incorporó de nuevo a New Order. Desde entonces ha continuado componiendo y girando con ellos, e incluso cobrando un protagonismo que quizá no había tenido antes, gracias al reconocimiento público de otros artistas como Johnny Marr.
Es posible que los años que estuvo cuidando de su familia le sirviesen para reflexionar, coger aire y volver con más fuerza. Sin duda, su decisión fue acertada.
“I’m glad I had a break and focused on something else, because I have loads of other things that I like doing. You need to have a break from what you’re doing. I think New Order should have done that too. But I suppose men just go on, don’t they?”
Gillian Gilbert
Ahí le has dado, Gillian.
¿Por qué la recomendamos?
Porque es una mujer que no tuvo miedo cuando le ofrecieron entrar en New Order y que tampoco lo tuvo cuando las circunstancias la obligaron a dejarlo. A pesar de la falta de apoyo, consiguió salir adelante y volver a disfrutar de la música.
Si te gusta Gillian Gilbert…
Acércate a la música de Elizabeth Fraser, cantante de Cocteau Twins, una mujer que también compartió banda con su pareja y que sufrió las consecuencias de querer tener una familia.
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